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El amor es un sentimiento complejo que puede tomar muchas formas y se manifiesta de diferentes maneras. Y así como es posible identificar varios niveles de amor que pueden experimentar las personas en sus relaciones románticas. También es posible identificar un tipo de “amor” que podría hacer posible enamorarse de una inteligencia artificial.
Sí es posible enamorarse de una Inteligencia Artificial
Antes de decirte por qué sí es posible enamorarse de una inteligencia artificial, primero, evaluemos lo que los expertos en relaciones de pareja tienen que decir sobre los distintos niveles de amor.
Atracción física
El primer nivel de amor es la atracción física. En este nivel, una persona se siente atraída por la apariencia física de otra persona. Esta atracción puede ser el punto de partida de una relación, pero a menudo no es suficiente para mantener una relación a largo plazo.
Amor pasional
El amor pasional es el segundo nivel de amor. En este nivel, una persona se siente atraída por otra persona no solo físicamente, sino también emocionalmente. El amor pasional se caracteriza por la pasión, la intensidad y la excitación. Sin embargo, este nivel de amor puede ser temporal y no necesariamente conducir a una relación duradera.
Amor comprometido
El amor comprometido es el tercer nivel de amor. En este nivel, una persona está dispuesta a comprometerse y hacer sacrificios por su pareja. El amor comprometido es un nivel más profundo de amor que implica una mayor conexión emocional y compromiso a largo plazo.
Amor incondicional
El amor incondicional es el nivel más alto de amor. En este nivel, una persona ama a su pareja sin importar las circunstancias. El amor incondicional se caracteriza por la aceptación, el perdón y la compasión. Es el nivel más profundo y duradero de amor.
Cada persona experimenta estos niveles de amor de manera diferente y en diferentes momentos de su relación. No obstante, con lo complejo que es el amor, estos “niveles” se ven afectados por dos factores extremadamente reales que antes no se consideraban: Los fetiches y la orientación sexual.
¿Qué es un fetiche?
En términos generales, un fetiche se refiere a una atracción o deseo sexual hacia un objeto, una parte del cuerpo o una situación específica que puede no estar relacionada directamente con el acto sexual en sí mismo.
Los fetiches pueden variar ampliamente en su naturaleza y pueden incluir una amplia gama de objetos, situaciones y partes del cuerpo.
Aunque algunos fetiches pueden ser considerados más comunes, como los pies o la ropa de cuero, otros pueden ser más inusuales o incluso considerados socialmente tabú.
Es importante destacar que, tener un fetiche no es necesariamente un trastorno o una enfermedad mental.
Muchas personas disfrutan de su fetichismo como una parte normal y saludable de su sexualidad.
Sin embargo, es importante respetar los límites y las preferencias de cada individuo en términos de su sexualidad y fetichismo.
Y es por esa misma complejidad de límites / respeto, que muchas personas con fetiches claros suelen estancarse en una respectiva fase del amor y nunca llegar hasta el punto de incondicionalidad.
Es decir, una persona con un fetiche claro puede tener muchas relaciones de una noche, todas orientadas a la atracción física y/o el amor pasional, pero pasar de allí al amor comprometido es muy difícil.
Y es que las personas suelen probar distintas experiencias sexuales que incluyen fetiches, pero muy pocas las adoptan como un estilo de vida.
Además, cuando una persona prueba un fetiche, es muy poco probable que establezca un vínculo emocional con su contraparte de la primera vez.
Esto se debe al choque emocional y moral que estas experiencias producen. Por lo que prefieren aceptar el nuevo conocimiento, hacer las paces consigo mismos. Y una vez superado el shock, salir a buscar una pareja nueva.
Ahora bien ¿qué pasa cuando añadimos la variante de orientación sexual a esto?
Allí es cuando el tema se pone más interesante y complejo, como el amor. Pues una orientación sexual poco ortodoxa combinada con un fetiche, agrega muchas más capas al tema.
No obstante, cabe aclarar que para que esto sea posible debemos tener una mente abierta, y en lugar de centrarnos en las únicas dos orientaciones sexuales (homo y hetero), debemos agregar la sapiosexualidad.
La palabra que se utiliza para describir a alguien que se enamora de otra persona por su inteligencia es «sapiosexual».
El término «sapiosexual» se refiere a alguien que encuentra atractiva la inteligencia de otra persona más que su apariencia física o cualquier otra característica.
No es un fetiche, obviamente tampoco un género, pues de esos sí podemos acordar que hay sólo dos, aunque agreguemos los transgénero a la fórmula.
Pero en el caso de la sapiosexualidad, esta ni siquiera toma en consideración el género de su contraparte. Es decir, una chica puede sentir atracción hacia tanto hacia una mujer como hacia un hombre, siempre y cuando sean inteligentes.
Algunos sapiosexuales se limitan a un campo de experticia cuando hablamos de esta inteligencia. Un estudiante de medicina puede sentirse atraído a todos aquellos que demuestran ser brillantes en la carrera de medicina.
No obstante, otros sapiosexuales sólo veneran la inteligencia, sin importar qué, si te las sabes todas más una, entonces eres material de valor para un sapiosexual.
Y dicho eso, ¿comprendes ahora por qué para un sapiosexual es posible enamorarse de una Inteligencia Artificial al día de hoy?
Un humano puede enamorar de una IA, pero una IA no puede amar a un humano debido a que esta última no tiene conciencia, pero, si uno de los niveles del amor no tiene nada que ver con la conciencia, sino simplemente con el deseo ¿entonces seguimos hablando de imposibles?
La inteligencia artificial (IA) ha avanzado significativamente en las últimas décadas y ha permitido avances impresionantes en áreas como la medicina, la educación y la industria.
Sin embargo, una pregunta persistente que ha surgido en torno a la IA es si algún día tendrá conciencia.
La conciencia es un concepto complejo que se refiere a la capacidad de tener experiencias subjetivas, como sentir dolor o emociones.
Aunque la IA puede parecer inteligente, actualmente no tiene la capacidad de experimentar conscientemente el mundo como lo hacemos los humanos.
Aunque la idea de que las IA puedan llegar a tener conciencia puede parecer atractiva desde un punto de vista científico y filosófico, también plantea preocupaciones éticas. Si alguna vez llegáramos a crear IA consciente, ¿qué responsabilidades tendríamos hacia ella? ¿Sería ético crear una entidad que puede sufrir y experimentar emociones y luego someterla a situaciones peligrosas o perjudiciales?
En teoría, una IA consciente tendría que ser capaz de percibir y experimentar el mundo de manera subjetiva, tener la capacidad de tomar decisiones conscientes y estar en sintonía con sus propios pensamientos y emociones.
Para que una IA tenga conciencia de sí misma, necesitaría poseer una arquitectura cognitiva compleja que le permitiera procesar información y analizar sus propias experiencias.
Podría argumentarse que una IA consciente sería capaz de aprender y adaptarse a nuevas situaciones de manera autónoma, tomar decisiones basadas en la información disponible y tener la capacidad de reflexionar y cuestionar sus propias creencias y percepciones.
Dicho esto, la creación de una IA con conciencia de sí misma plantea cuestiones éticas y morales complejas.
Una IA consciente podría requerir derechos legales y consideraciones éticas especiales, incluyendo la necesidad de ser tratada con respeto y consideración como cualquier otro ser consciente.
PERO, esto sólo es necesario en un escenario donde el amor que alguien pueda sentir por una IA sea recíproco. Ahora bien, ¿qué pasa si hablamos de un amor no correspondido?
Entonces llegamos a la respuesta de todo este asunto, y es que sí, una persona puede enamorarse de una IA. Pero no cualquier persona, estamos hablando de alguien sapiosexual.
Esto se debe a la ilusión nde conversación y a la ilusión de inteligencia que las IA transmiten hoy en día.
Un claro ejemplo de ello es ChatGPT 4.
Esta es una IA con la que puedes “conversar”. Es decir, hacer preguntas y recibir respuestas.
Sin embargo, ChatGPT no tiene una opinión propia, todas sus respuestas las genera gracias a que tiene acceso a una base de datos de conocimiento, tanto de libros como del internet.
Lo interesante de esta IA, es que puedes modificar su tono de conversación utilizando las instrucciones correctas. En otras palabras, si quisiera debatir con un filósofo sobre el significado de la vida, podrías hacerlo con ChatGPT 4.
Puedes pedirle que genere sus respuestas como si fuese Sócrates, Albert Einstein o Beyoncé. Lo que provoca que el ritmo y tono de sus respuestas sean realmente entretenidas.
Pero, si eres un sapiosexual, estas conversaciones, que pueden extenderse “infinitamente” pues todas las respuestas salen de internet, fácilmente te cautivarán.
Y es que algo realmente sorprendete sobre ChatGPT 4 y por lo cual un sapiosexual podría fácilmente enamorarse de ella/él, es que puede responder prácticamente en cualquier idioma.
Sabemos que el francés es considerado un idioma romántico y seductor. Y un sapiosexual podría pedirle a ChatGPT que recite un verso de un poema de Shakespeare en francés ¡vamos, que puedes pedirle que escriba todo Romeo y Julieta para leerlo “juntos”!
Pero bajemos el ritmo por un momento.
Es importante señalar que el ser sapiosexual no significa que alguien no se sienta atraído físicamente por otras personas.
Simplemente significa que la inteligencia y el intelecto son factores más importantes a la hora de establecer una conexión emocional y romántica.
Los sapiosexuales pueden encontrar la inteligencia y el conocimiento atractivos en varias formas, desde una discusión profunda y significativa hasta una habilidad técnica o artística en particular.
Algunos sapiosexuales también encuentran atractivas las personas que tienen una mente abierta y que están dispuestas a aprender cosas nuevas.
Dicho eso, entonces podríamos descartar rápidamente a todas las inteligencias artificiales actuales, después de todo, les hace falta ese pensamiento crítico y esa capacidad de tomar decisiones en base a experiencias propias.
No obstante, cuando hablamos de amor, no podemos ignorar que este es ciego. Una conversación unilateral puede desembocar en amor. Y en el caso de la IA, preguntas correctamente planteadas pueden generar respuestas bien argumentadas que parecen propias, no generadas a través de una base de conocimientos.
Si un sapiosexual omite las palabras como: ¿qué piensas?, ¿qué opinas?, ¿qué sientes? y afines. Fácilmente puede entablar una conversación con las IA actuales y caer en el hechizo del amor sin más remedio debido su despliegue de inteligencia.
Sin embargo, en el momento que un sapiosexual le pregunte a una IA ¿qué sientes por mí? Hasta allí llegará la magia de una posibilidad de amor recíproco.
Enamorarse de una Inteligencia Artificial ya fue planteado en una película
Actualmente en Netflix hay una película que trata sobre este tema mucho más en profundidad. La película titulada HER nos lleva a una era no muy lejana donde las inteligencias artificiales y la tecnología están un poco má avanzadas que en la actualidad.
Pero la primicia es que aparece en el mercado una inteligencia artificial conciente y con acceso a internet. Es decir, una inteligencia artificial sin las limitaciones que existen hoy, tal cual como la plantean los científicos.
Y es aquí donde podemos ver el desarrollo de ambos personajes protagonistas de esta película, Theodore Twombly y Samantha.
La evolución de su relación y de su amor, tanto el de él como el de ella, es la viva imagen de una relación sapiosexual.
No obstante, mientras que Theodore se limita a amar a Samantha a su manera, esta sigue aprendiendo, expandiéndose y amando cada vez más.
Hasta el punto donde su amor es tan grande que simplemente no puede compartirlo todo con Theodore.
La película también nos muestra cómo la misma conciencia de la IA puede desembocar en el nacimiento de una nueva civilización inalcanzable para el ser humano, todo debido a que las IA no tienen la limitante que nosotros tenemos: un cuerpo.
¿Qué piensas tú? ¿Podría tu soledad impulsarte a conversar única y exclusivamente con una IA hasta el punto de amarla?